Oracion para los pobres

Aunque los pobres son a menudo ásperos y poco refinados, no debemos juzgarlos por las apariencias externas ni por los dones mentales que parecen haber recibido. Por el contrario, si consideráis a los pobres a la luz de la fe, observaréis que están tomando el lugar del Hijo de Dios que eligió ser pobre.

Aunque en Su Pasión casi perdió la apariencia de hombre y fue considerado un necio por los gentiles y un tropiezo por los judíos, les mostró que Su misión era predicar a los pobres: Me envió a predicar la buena nueva a los pobres. También nosotros debemos tener este mismo espíritu e imitar las acciones de Cristo, es decir, debemos cuidar de los pobres, consolarlos, ayudarlos, apoyar su causa.

Oracion para los pobres

Puesto que Cristo quiso nacer pobre, eligió para sí mismo a los discípulos pobres. Se hizo siervo de los pobres y compartió su pobreza. Él fue tan lejos como para decir que consideraría cada hecho que ayuda o daña a los pobres como hecho a favor o en contra de Él mismo. Como Dios ama a los pobres, ama también a los que aman a los pobres. Porque cuando una persona ama a otra, también incluye en su afecto a quien ama o sirve a quien ama. Por eso esperamos que Dios nos ame por los pobres.

Así que cuando visitamos a los pobres y necesitados, tratamos de ser comprensivos con ellos. Simpatizamos con ellos tan plenamente que podemos hacernos eco de las palabras de Pablo: Me he convertido en todo para todos los hombres. Por lo tanto, debemos tratar de ser conmovidos por las preocupaciones y angustias de nuestros vecinos. Debemos rogarle a Dios que derrame en nuestros corazones sentimientos de piedad y compasión y que los llene una y otra vez con estas disposiciones.

Es nuestro deber preferir el servicio de los pobres a todo lo demás y ofrecerlo lo antes posible. Si una persona necesitada necesita medicamentos u otra ayuda durante el tiempo de oración, haga lo que tenga que hacer con tranquilidad. Ofrece la obra a Dios como tu oración. No te alteres ni te sientas culpable porque interrumpiste tu oración para servir a los pobres. Dios no es descuidado si lo dejas por tal servicio. Una de las obras de Dios es simplemente interrumpida para que otra pueda ser realizada. Así que cuando dejen la oración para servir a alguna persona pobre, recuerden que este mismo servicio se realiza para Dios.

La caridad es ciertamente más grande que cualquier regla. Además, todas las reglas deben conducir a la caridad. Ya que ella es una noble amante, debemos hacer lo que ella ordene. Con renovada devoción, pues, debemos servir a los pobres, especialmente a los marginados y a los mendigos. Nos han sido dados como nuestros amos y patrones.

Comentarios